Sin duda, una de las vías más bonitas de cuantas recorren la cara sur del Puigcampana. Una sucesión de diedros bastante potentes y mantenidos que afortunadamente todavía se mantienen ajenos a los expansivos. Cada largo en su grado pero todos sin desperdicio. Perfecta para una cordada con grados desiguales.
El nombre, junto con una flecha roja, se encuentran picados al inicio de la vía
L1: 40m (IV+)
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Salimos siguiendo la flecha roja que indica el comienzo de la vía. Con ligera tendencia a la derecha hasta llegar a la altura de un pino, donde cambiaremos el rumbo ligeramente a la izquierda para sortear un techo por la izquierda y enfilarnos por un pequeño diedro. A continuación seguiremos por unas gradas ligeramente a la derecha de la vertical del evidente diedro del segundo largo. Reunión cómoda con dos clavos a reforzar.
L2: 50m (6a+)
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La vía continúa hacia la izquierda por unas gradas fáciles hasta el inicio de la babaresa, que comienza fácil y va ganando dificultad hasta el paso clave que está protegido por un clavo y un spit. Superado el paso llegaremos a un nicho que nos servirá de reposo. Seguir unos metros más por la fisura hasta llegar a una afilada repisa donde tras una pequeña travesía a la izquierda afrontaremos el segundo diedro, algo más fácil que el anterior. A la salida de este diedro, veremos la reunión a la izquierda (muy cómoda. 3 clavos y un spit)
L3: 48m (V+)
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Comienza con una corta travesía a la izquierda hasta encarar con una canal con un paso ligeramente desplomado. Continuaremos por terreno con mucho canto fácil. Llegaremos a un diedro chimenea muy disfrutón. A la salida de este, encontraremos la reunión, no muy cómoda, con un clavo, un buril y un spit.
L4: 50m (6a+)
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Continuaremos por una fisura ligeramente tumbada hasta llegar a una terracita con un espit rojo, indicando el inicio de la gran fisura que se nos presenta. Disfrutona, pero mantenida y técnica, nos obligará a mirar bien los pies y a confiar en nuestros brazos. Una vez ternima esta maravillosa fisura-diedro, probablemente la mejor de la pared, encontraremos, ligeramente a la izquierda, tras remontar unos fáciles escalones, la última reunión de la Julia, compartida con el Espolón central.